
Quizás la clave de esta confusión este en la idea de que tenemos una única perspectiva. Como el arquitecto mira sus planos mentales de un buen edificio desde todos los ángulos posibles, nosotros también deberíamos aprender a mirar lo que nos rodea desde varios ángulos Y es que, si nos obcecamos en una única perspectiva y visión estaremos creando un mundo de sueños (idealizados o no) que se desmoronará igual que una casa sin buenos cimientos cuando pasemos de la teoría de nuestra visión a la practica de la acción en el tiempo.
Pero claro, es muy bonito auto-inculparse tras el experimento fallido de llevar a la practica un acontecimiento mental precioso. Y más bonito es como acuden los oscuros cuervos de la culpa y del arrepentimiento a recoger las migajas de lo que queda, y llevárselas a la guarida de la depresión, donde volverán a resurgir como el fénix de sus cenizas, y lucharás por escapar de las mazmorras, jurando haber aprendido la lección.

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