domingo, 29 de diciembre de 2013

Well, why?

Cuanto tiempo. Lo siento, esto está un poco empolvado. Y si, si temes a las arañas, mejor no mires las telarañas. No tenía pensado utilizar este refugio de nuevo. Bueno, refugio o no tan refugio, las líneas de desvarío son lo mejor que tengo en estos momentos, y se comenta que recientes investigaciones afirman que tienen efectos beneficiosos para la salud (física será, porque mental…).
¡Puaj! Qué asco de lenguaje científico se ha apoderado de mí, ¿no crees? No se qué hacerle, tantas horas enfrascado en esas entretenidas reacciones. Menos mal que llegó el turrón, y con él las cosas más importantes que atender, sino, puede que me hubiese convertido en un enzima.
Ya, basta. En fin, te contaría que tal están todos, cuan altos, o que nuevos cortes de pelo hay, pero no merecería la pena. Tampoco los conoces, bueno, a veces me da la impresión de que ni siquiera los conozco yo. Pero es mentira, solo son exacerbados intentos por alejarme de la puta realidad.
“Puta vida tete”. ¿La sociedad? Bueno, sigue como siempre, decadente sin causa, basta como el asparto y con una tontería que se regodea en la falsa inteligencia. Hay unos señores muy famosos (políticos, creo que se hacen llamar), que están jugando una partida de ajedrez muy bonita. ¡Y se apuestan nuestras vidas! Te encantaría, tú que siempre has sido fan de la crueldad, de lo tétricamente fantasioso y de la inmundicia. Lo mejor sin duda es que la gente esta petrificada, dando la espalda. Parece que hay cosas tan fantásticas que importan más que los derechos, que encandilan con una brizna de sonido y con una imagen. Yo creo que no es más que un poderoso placebo, al que por lo visto, tras tanto tiempo en un laboratorio, parezco ser inmune.
La bella dama, ha caído en un sueño profundo, se ha desplomado desde la mas alta torre, y se ha abierto la cabeza contra el tercer escalón de su palacio. Quedó todo hecho un estropicio. Sangre y sesos por todos lados. Quitar las manchas de vísceras es la peor tarea del universo. Aun así, dicen que ni siquiera aquella tremenda caída, consiguió despertarla de su letargo inmortal. Yo sin embargo, puede que pecando por enésima vez de optimista, creo que se tuvo que despertar, y aunque sea abrir un milímetro los ojos, para ver el mundo por última vez. Sería muy triste que solo llevase al nuevo mundo el recuerdo vil y sanguinario de los demonios y titiriteros que la engatusaron hasta deshidratar el último soplo de magia de su sangre.
Una historia triste, sí.
A pesar de la conmoción, no consigo desentrañar aun la razón por la que relleno el blanco de nuevo. Es extraño, jamás antes me había ocurrido. Es como tener una bandada de murciélagos en la cabeza. Por lo menos sé que estos no son negros, ni tan feos, y que suelen llamarse, pensamientos, sentimientos, y los peores, Dudas. Creo que llevan celebrando el nuevo año, que eclosionará en unas horas, como cosa de una semana. No cesan de revolotear campantes por los recovecos de mi cráneo, gritando palabras, susurrando a las neuronas, malversando las ideas, coaccionando a la imaginación, y desordenando todo lo que encuentran a su paso.
Mi caos ordenado se ha convertido en un caos caótico.
Lo nuevo, se mezcla con lo viejo, los recuerdos, con imágenes de futuro. Los pilares que sostienen las delicadas galerías de cristal en las que se aposenta el corazón de mi cabeza, se vuelven añicos, y se desmenuzan, igual que un humilde anciano desmenuza el pan para dárselo de comer a las palomas. El problema es que estas palomas son carnívoras y tienen sed de que los millones de escombros puntiagudos, afilados y gélidos impregnados de nostalgia, rasguen las cartas del pasado, rompan los lienzos del futuro, y se claven en los tiempos del presente, provocando un efluvio de realidad.
Realidad, como es de esperar, real, con sus grises y sus llantos, su frío viento y su lluvia, amargura y lágrimas, entrecruzadas con los suspiros a la deriva del negro despertar del mundo de los sueños. Abandonado lo tengo, aquel, mi pequeño mundo, en el que nimiedades eran aventuras, y donde parecía que todo cobraba vida con el soplo de alegría de la sonrisa del café de cada mañana. Sin duda, el peor momento de ese despertar es cuando lo intrascendente se vuelve trascendente. Pero vamos, resumiendo, que despertar en esta tormenta, de arena, cuchillos y oleadas de rencor no ha sido nada fácil.

 Esa necesidad de querer dormir otra vez acurrucado entre los brazos de la tranquilidad, reposar cinco minutos más en la paz de la infancia, pasar otra tarde mas en las soleadas llanuras de la inocencia. Eso es lo único que pido, y una de las pocas cosas imposibles en el mundo. 

sábado, 3 de agosto de 2013

Mirrors

Salió de la ducha y le lloraba el cuerpo, el pelo, los dedos de las manos y hasta los ojos. Se cubrió con una toalla que le pareció lo más suave del universo, tacto cálido, como el abrazo de un amigo. Se miró en un espejo que de reflejó la imagen más delicada de su vida. Frágil, como el murmullo del arrollo en una noche de verano, devolvía una mirada siniestra y cansada, de niño enclaustrado en una apestosa fábrica gris. El calor lo había empañado todo, y un vapor perfumado con olor a lilas le rodeaba en aquel baño diminuto, puro, blanco y exquisito, refugio de todos los males de la catástrofe llamada planeta tierra.

Aquella tarde, entre las calles del infierno, infestadas de verano y fuego, aletargadas y empalagosas, se le habían roto todos los abrazos y las caricias que estaban guardadas delicadamente en las vitrinas de cristal de la memoria de Futuro, entre los recuerdos canosos y los instantes previos a nacer. Todo se convirtió en cenizas azuladas, con toques de esmeralda, que languidecían mientras los vientos del huracán pasado ululaban y golpeaban con son mortífero las ventanas del palacio de la imaginación.

Los días verdes y soleados fueron arrasados y mancillados, como las excavadoras arrasan con un parque para hacer el nuevo edificio de oficinas de la millonaria multinacional. Pálidos y tímidos pensamientos asomaban de entre los escombros, teñidos del negro de la impotencia y del fucsia zalamero e indigesto del egoísmo propio.


El ocaso, fuera, tocaba ya a su fin y la tormenta se cernía, grande, fuerte y orgullosa. Hora de cerrar puertas y ventanas, tomar las finas barras del incienso de la calma y dejarse teletransportar por unas pocas líneas que un perturbado dejó para el recuerdo, hasta que la sombra y la oscuridad del cansancio se apoderé del pobre ánima que se cortó con la daga de los sueños.

jueves, 18 de julio de 2013

Solo de pensarlo...

Un soplo de alas frescas le acariciaba desde el exterior del agua tibia del baño. Sumergido, olvidaba sus problemas y se zambullía en sus mil y un fantasías y gracias sin gracia, desastres agradables y sonrisas sin mejillas. Un mundo en el que valía la pena luchar. 
El error más grande que cometió fue vivir del recuerdo en lugar de investigar. Lanzarse a la aventura, atajar por las espesas selvas del conocimiento, cortando con el afilado machete de la experiencia las ramas de la ignorancia, plaga de aquel idilio y furibundo sueño empolvado en rastros azulados de agónica fantasía. Aquello si que habría sido una aventura.
El atrevimiento no es desconsiderado, es una forma preciosa de decir "Buenos días" a la vida. Podemos viajar, atentos a cada minúsculo detalle, y a la vez desconcertados y atónitos por la belleza, la pureza impura y la fragilidad de la perfección que brota de cada nuevo paisaje a la vuelta de la esquina.
Ya no queda otro remedio, es hora de marchar. Quedarse, supone el suicidio, y el silbido del revisor de la estación es demasiado ensordecedor y estremecedor como para no obedecerlo. Vuela. Salta, despega como arpegio desbocado en un acorde. Lucha y vive, se fuerte, porque siempre regresas a la calma, hagas lo que hagas. No hace falta volver, a casa, eso son tan solo detalles espaciales para los escépticos. 
Hogar es donde la calma te besa el corazón, y donde tus parpados pueden descansar cerrados, reposando bajo el aleteo calmado de todos los deseos dorados y barrocos, que son lucero en la vida y que nos rodean siempre, salvándonos de catástrofes inexpugnables y de los bailes demoníacos de la hipocresía inmoral, que infesta esos tumultos de intento de civilización que alguien se empeñó en elevar hasta el cielo.
No somos dioses del mundo. No somos dioses de la tierra. No somos dioses de nosotros mismos. No somos nada, más que unos pequeños grandes querubines intentando comprender como hemos acabado en este infierno sentimental y sin salida. Orfebres de catedrales a nuestro ego, cultivado y enaltecido a dimensiones sin sentido. 
¿Qué hacer? Bailar.

martes, 30 de abril de 2013

Engranajes

Qué siento o qué dejo de sentir es una de mis mayores preocupaciones en los últimos meses. No ceso de darle vueltas, de girar engranajes entre unas personas y otras, que se relacionan. Y siempre, justo cuando tienes todos casi colocados en la posición correcta, uno de los últimos se mueve y te desencaja todo el panel que habías conseguido armar a base de paciencia y de muchos dolores de cabeza.
Lo que sienta o no sienta solo es asunto mio, pero a veces desearía tener una especie de asesor, alguien, que me ayudase a discernir entre todos esos conceptos personales que se entremezclan y reúnen en la sombría plaza del devenir, donde juegan al juego de las sillas al son de la música de los engaños y las equivocaciones. Pero suele ocurrir, que justo cuando aparece tu comodín en la partida, alguien acaba de hacer un jaque demasiado importante como para que un arlequín con experiencia decida sobre ti.
Y entonces la desesperación llega a su culmen, todo se oscurecen y caen los primero copos de nieve de la noche sobre la ciudad, dispersando a las personas, que con un atisbo de esperanza en sus corazones, entonan un hermoso y solemne canto invocando un solo rayo de lucidez mental, que salve al pobre chico de su propia autodestrucción emocional.
Supongo, que no tendría escribiría esto, si tuviese claro que saldré el sábado y me tiraré a una tía medianamente decente a la que después no volveré a llamar, y a la que agradecer haber apaciguado el hambre de sexo durante algún tiempo, pero no considero esa clase de actos un logro. Aún así, no he descubierto la razón por la cual respeto o por lo menos no interfiero en todos esos tíos que van a comerse el mundo cada noche al ritmo de PitBull o Daddy Yankee.
A lo mejor es que no tengo el rango suficiente, pero entonces me autodesigno, con todos mis respetos, RETRASADO. Puede que solo sea un observador en este mero caos de universo en el que nos ha tocado vivir. O que tan solo sea el alcohol y el hecho de que sean las tres de la madrugada. Pero esta ultima razón es demasiado noble y ha engendrado demasiadas buenas ideas como para entristecerme mancillando su honor.
Total, al final, voy a acabar igualmente dormido al son de alguna canción del aleatorio, que decidirá que sueños me invadirán esta noche en el pequeño rango de sueño que me reservo solo para mi mismo.

Aparición

Me fui como un fantasma y volví recordando lo vivido. Volver a veces está bien, otras está mal, y otras debería de estar prohibido. Pero es como un vicio para los fantasmas, así que para uno que tienen no deberíamos quitárselo  Pobres criaturas... ¡¿Es que nadie piensa en los fantasmas?! A veces me da la sensación de que no. Son unos incomprendidos. Se pasan la eternidad recordando lo que hicieron, el daño y el placer que ocasionaron, las risas y las lágrimas que desataron y no les queda otra que contemplar las jaulas vacías de todos los sentimientos que se les escaparon.
Pobres fantasmas... Tiene que ser duro, eso de no poder hacer cosas nuevas digo. Intentar tirarlo todo, porque estas furioso y que no se mueva ni una mota de polvo. O cuando estas triste, querer estar solo y sentir que no hay paredes suficientes en el mundo para ocultarte. Intentar cambiar cosas del pasado, y que todos te escuchen menos la persona sobre la que el pobre fantasma da vueltas y vueltas y ni siquiera se inmuta. Tan solo está ese pequeño libro de cuentos que cuenta la historia del pobre fantasma y que permanece ahogado en el polvoriento desván de los deseos rotos por la avaricia sentimental.
Vivir de los recuerdos no es vivir, al igual que respirar las pasiones que otros expulsan tampoco es respirar.

Up in my dreams


Caminaba con paso ligero por las calles. Las lujosas ventanas de los chalets estaban ya apagadas y las hojas se arremolinaban al compás del viento por las esquinas de los edificios  revestidos de piedra labrada. Meterse por el barrio rico era el mejor atajo para alcanzar su casa tras una noche de fiesta en la que el gélido viento de Abril endemoniaba la oscuridad llena de sombras. Despidió a su amigo, y continuó solo atravesando los callejones y los pasadizos para acortar. Las farolas iluminaban bien todos los rincones, pero aquella noche no habrían hecho falta. Ya estaba allí el impresionante lucero amarillo que se embravece de vez en cuando.
La luna, dominaba todo el cielo nocturno, quitando todo el protagonismo que tenían las estrellas. Amaneció enfrentándose al ocaso, imponente y amarilla como el sol naciente. Rodeada de nubes, conseguía resaltar su aura mágico y místico, con aires pomposos, haciéndose reina de la noche y emperatriz de las pequeñas mentes perturbadas que osaron fijarse en ella como en una noche cualquiera. Creció y creció, alimentándose de historias, buenas y malas, y su luz fue azulando los paisajes, helando todo lo que iluminaba, creando espectros de hielo por las calles, igual que los otros. 
Pero ante todo, la luna guiaba e invocaba a los fantasmas del pasado, a los recuerdos armados con dagas de papel y con palillos puntiagudos. Atacaban sin piedad, y como no, hacían de sustrato para que germinase la culpa, el remordimiento, el echar de menos y el cariño. A pesar de ello, como en toda batalla, la imaginación puede más, y si se sabe utilizar, con la ayuda de un buen libro, te libras de esos bastos sucedáneos de sentimientos, al menos por un rato, hasta que te quedas dormido con las paginas que desvelan el final del capitulo entrelazadas a tus dedos, y en tu mente, en lugar de la hermosa historia de caballeros y princesas que tan interesante parece, hay otro hermoso recuerdo que te hace caer rendido con una sonrisa entre almohadas.




jueves, 28 de marzo de 2013

Me encantas

Me encanta como se le mete el pelo en la boca cuando hay brisa y te enfureces. Me encanta cuando tu sonrisa se sonroja con el frío y se llena de melodiosos copos de nieve. Me encanta cuando me acaricias con esas manos suaves de plata, madera y cuerdas, y me susurras finales felices al oído  Me encanta cuando me hablas de las maravillas de tus mundos. Me encanta cuando no le pones cadenas al futuro, y desentierras las raíces del pasado de su tierra, y hace la mochila para marcharse a sus siguiente nación. Me encanta, cuando te aderezas la camisa de concierto y te empeñas en comprender la obsesión del mundo por la apariencia. Me encanta, cuando me lanzas pajaritos floreados de miradas con pinceladas de besos en sus labios. Me encanta, cuando esas dos gemas verdes se paran, y se que me has encontrado. Me encanta que te pierdas en mundos de locura e intuición. Me encanta que el dragón de tu imaginación sea más poderoso que la enorme araña que teje la realidad. Me encanta que pronuncies experimentos imposibles, y que de tus labios en crescendo salgan barbaridades e insultos a las leyes de la física.Me encanta, me encanta y sueño con ello cada día. 
Me encanta que tú, música  lenguaje de los dioses, espíritu de los difuntos, alma de los sentimientos, seas como eres. 

domingo, 17 de marzo de 2013

Esencia de océano.


Las ilusiones, con sentimientos, son de cristal. Finas, transparentes, azuladas, bellas, esbeltas, delicadas, resplandecientes, a la par que afiladas, puntiagudas, peligrosas, punzantes, letales. Cuando se destruyen entre mis dedos dejan un rastro rojizo. Ese rojo, es el rojo de la realidad. La manta de las verdades está llena de manchas rojas, debajo de las cuales se esconden historias, duras, frías, asesinas, que no respetan la veda de los sueños. Los deseos aderezan las capas de la imaginación con dosis de fantasía.
Y mientras yo estudiando unas Ciencias que lo miden todo... Podría parecer ironía si no fuese porque la magia es ciencia que el hombre desconoce y porque para ser un buen científico hay que tener una imaginación digna de un buen compositor.
A lo mejor debería de emborracharme de mentiras y empezar a fumar las hojas del árbol de la pasión, disfrutando a cada bocado de sus frutos, de la explosión de emociones mientras brota la sangre del interior, aún caliente.
Vampiro de sentimientos es un concepto poco valorado, pero creo que no estaría mal unirse a ellos. Poder probar la carne, inhalar los excitantes olores de la pasión brotando de las raíces de la magia mientras destruyes otro arbusto del jardín de amapolas petulantes del sueño, y luego levantarte relamiendo la pócima mágica y afrodisíaca de los labios mientras te diriges a por la próxima presa no tiene que estar nada mal.
Quiero arrancarme estas cadenas que me sujetan a la cama, quiero volver a aquella noche de verano, quiero saltar, ser un niño y un gran bailarín. Quiero volar de nuevo, sin que la luna me atrape en este cielo oscuro. Quiero sentir el viento de mi madre tierra, quiero abrazar y besar a todo lo bello que me rodea. Quiero perderme en laberintos de cristal aguamarina, y poder atravesarlos con valor, retando a la muerte.
Pero, sobretodo, quiero que las palabras que salen de esta pantalla no se esfumen, porque así como duelen y arrancan sonrisas, quiero que se cumplan y sean nuevas manchas en ese manto de realidad que algún dia me acompañará en mi viaje hacia el final.



lunes, 18 de febrero de 2013

Rayos de penumbra


"No se que te aflige  y es eso lo que me perturba." Es en el tiempo en el que las voces son de algodón de azúcar y todo se mantiene flotando con la armonía del vals de los grandes salones de baile de antaño, cuando en verdad somos invencibles. No hay nada que nos haga descender de la nube, llena de gas amor, y de las embriagadoras esencias de fantasía, que se cuela por todos los poros de la piel templada y tersa, iluminada por los rayos de un sol infinito.
Pero el calor de la euforia va derritiendo lentamente esa nube, mientras la lujuria se relame sus labios, impregnados de sabor de sangre dulce, que brota lentamente de sus labios. Las trazas de la escarpada tierra se entrecruzan con las escamas moradas y plateadas del dragón que dirige los sueños. El pequeño niño, que vivía feliz en sus cuentos nota que algo esta empezando a cambiar. Antes todo era mágico, ideal, perfecto, genial, espectacular, asombroso y cada vuelta de la esquina en las calles del conocimientos atraía nuevos amigos e ilusiones disfrazadas de preciosas joyas. 
Sin embargo, las ideas fueron apartándose con expresión triste, las sorpresas abandonaron la fabrica de sueños sin avisar, para no regresar jamás, mientras los momentos felices compraban todos los candados que sus nuevas y efímeras manos podían acarrear para poder tapiar el baúl de los sentimientos. Peor que una casa de espejos llena de espejismos.Todos fueron esfumándose poco a poco, y transformándose en humo y un extraño adictivo polvo blanco, como la nieve que cubre el valle en invierno. El valle es un lugar bonito, pero esta nieve no es como la del valle. 
Un frío intenso lo cubrió todo de repente con los nubarrones que trae el invierno, y el pequeño corre a resguardarse, a ocultarse en las sombras hasta que pase la tormenta. Mamá solía decir que a veces solo hay que esperar a que se arreglen las cosas. Aquello no lo consoló demasiado, pero luego esbozó una tímida sonrisa al recordar lo que venía después: "Las personas son peores, con eso si que no tienes receta alguna. Son peores que flamear bien el pastel de manzana de la abuela." 
Lo bueno era que sabía que los dioses no habían enviado aquello, bueno, al menos no los suyos. No, Zeus y su séquito jamás le harían tan cosa. Pero no era vital buscar culpables o responsables de aquella situación, no tenia sentido echar la culpa a quien fuese, deidad o humanidad. Simplemente se limitó a tratar de superarla. Hay que seguir hacia adelante. Y muchas veces una sonrisa ilumina más que todos los falsos cumplidos del universo. 
Mientras, la ninfa de cristal lo contemplaba todo desde su reluciente burbuja, asombrada por la fuerza de aquella pequeña criatura. Todos los sacrificios habían valido la pena. La fuerza no había perecido en el proceso. 
A su juicio, aquello debería de bastar para calmar la tormenta en poco tiempo, pero no se puede razonar con la madre naturaleza y en ella reside la voluntad de cuanto tiempo atormentar a este ser. Solo quedó otorgarle las finas, frescas y verdes hojas de la esperanza para hacer más ameno su viaje hasta la playa.

domingo, 17 de febrero de 2013

Eclosión cerebral

Pienso, que he escuchado demasiado el traqueteo de las vías cuando llega el tren a la estación. 
Pienso, que aun no es demasiado tarde para subirse a ningún tren.
Pienso, que cuando el cielo es azul en una ciudad tan gris es hora de cambiar.
Pienso, que los sueños no se romperán jamás, sino que son ocultos por las sabanas de las nuevas ilusiones.
Pienso, que cuando el corazón da vuelcos es por algo, y hay que desviar el vuelo del ave fénix sobre el que monta nuestro niño interior hacia el nuevo sol que acaba de nacer.
Pienso, que parar el tiempo no es otra cosa que un meridiano de felicidad.
Pienso, que las teorías pesimistas del mundo hacen daño, pero sigo fiel a mi dramatismo.
Pienso, que más vale tarde que nunca, y que es bueno escribir esos mensajes que una vez quisiste escribir, aunque sea con palabras arrugadas por el tiempo.
Pienso, que la gente tiene sus razones para hacer lo que hace, pero a veces no estaría de más explicar esas razones.
Pienso, que una disculpa muy sentida, puede ser mucho más valiosa que un Te Quiero sin sentimiento.
Pienso, que el mar es lo más grande que puede entrar en los deseos de un hombre.
Pienso, que bajar el telón no sirve de nada, pero que las pausas ayudan al publico a reflexionar sobre la obra.
Pienso, analizo, concluyo, repienso, añoro, deseo, convenzo, comienzo, retrocedo, repienso y me obceco. 

lunes, 11 de febrero de 2013

Sol Mayor

Esta noche me vuelve a tocar vestir lagrimas. Que aburrido. La misma rutina que todas las ultimas noches desde que mi pianista interior se empeña en tocar la sonata de la soledad extrema. Por muy poco virtuoso que sea se empeña en seguir practicando, pero no se da cuenta del daño que me hace. Quisiera poder dormir pensando en otras cosas, en lo que voy a hacer mañana, en la gente que me va a dedicar una sonrisa más cuando llegue a clase con mi cara larga de los martes, en las caricias del gato por mis pies al levantarme y sus maullidos de "Hazme Caso!". Pero no importa, al final, Morfeo pasa por mi lado y me aferro como puedo a los sueños como antes, lo que pasa es que ahora son escalofriantes, pequeño detalle que me obliga a poner cara de preocupación por la mañana. Y aunque parezca una contradicción me refugio más que de costumbre en la música, evitando todas las melodías que infieran en recuerdos taciturnos de soñadores noctámbulos. Al fin y al cabo es la que tiene la respuesta para casi todo con sus piano en situaciones delicadas, andante cuando hay que continuar hacia adelante, forte cuando es necesario hacerse oír por encima del tumulto, y por supuesto el allegro con spirito. 
Parece que la ciudad de la lluvia (si hijos, en Bilbao no para de llover) no hace sino aumentar la fase paranoia sin fin. Por lo menos queda el trasiego de gente que se empeña en disimular y en evaporar los problemas con ajetreadas rutinas, olvidando como se pensaba o que teclas había que pulsar para tocar Sol Mayor. Solo se una cosa, mientras no haya Sol Mayor dentro, no saldrá el sol.

lunes, 4 de febrero de 2013

"Caer no significa no volver a levantarse."



Últimamente, hay mucho falso genio que se pasea por ahí dándoselas de sabio y ofreciendo la panacea para estos años duros que, por casualidad espacio-temporal estamos viviendo. Los genios, no se consideran genios hasta que la presión que los demás ejercen sobre ellos es tal que se autoconvencen a sí mismos de que tienen que serlo. Y en ese momento, es cuando empieza el brutal descenso hacia la decadencia. Muchos genios pretenden averiguar cuanto esté a su alcance siguiendo las pesquisas del rastro de las innumerables explosiones de imaginación que parieron el mundo hace ya algún tiempo. Pero algunos genios, precisamente por sus genuinos pensamientos, acaban malogrados. Montan sus conjeturas oscuras y atrevidas suposiciones, construyendo falsos puentes hacia planetas circulares hechos de mentiras. Y cuan bello es idealizar la realidad y vivir en la mentira. Las infamias son unos atuendos muy adecuados para disfrazar letras que componen las palabras de los poemas, semillas de sentimientos.
Pero cuando esos puentes degeneran en castillos de sueños, hechos de cristal y de marfil reflejando la luz del risueño sol del destino, la sobrecarga es inevitable. Y es entonces cuando se pega el tijeretazo de fantasía  y los grandiosos falsos adornos se desploman, clavándose en el suelo de la realidad, quebratándose en diez mil pedazos, afilados como cuchillas, que hacen mucho daño cuando aterrizan todas a la vez: palabras. Duras dosis de realidad que se apelmazan en la superficie y hacen florecer las conclusiones que intentaron sortear los benditos puentes. Fracaso absoluto. No funciona.
Como las costuras de una vieja prenda, se desgarran los hilos que sujetan realidad y fantasía, y el genio se desploma, y con las manos heridas y las piernas ensangrentadas, tiene que aprender a levantarse de nuevo. Las lagrimas que  se derraman por su rostro desprendiéndose y regando el suelo, harán que broten las flores de la esperanza con alentadores perfumes que palien el dolor de la tremenda caída, y abriendo poco a poco la senda cubierta de verde vida. Y cuesta, pero si la magia del genuino mago del pensamiento lo alzó tan alto, es de buena fe creer que conseguirá nuevas fuerzas para levantarse y emprender el nuevo camino por la ruta de la realidad, evitando los senderos ascendentes hacia los espejos de realidad que aparentan resistir cualquier adversidad y se desmoronan con el soplo del tiempo y las turbulencias de los experimentos de laboratorio.
No está de más tener fe en uno mismo, pero a veces un exceso de confianza en las afirmaciones propias trae consigo la afamada hipocresía que parece que el gobierno intenta monopolizar con sus escándalos y mentiras. Así, que contraste opiniones, viaje sin descanso, y respire mucho aire fresco, pero amarre bien sus buenos pensamientos amigo, pues algún día pueden sacarle de un apuro. 

viernes, 25 de enero de 2013

Ecos nocturnos


El susurro nocturno y grave del coro de los arboles del bosque mágico resonaba entre los ululantes sonidos del viento. Las hojas, cadáveres inertes del frío del otoño, se arremolinaban dejando resonar el eco de sus crujidos en la oscuridad de la noche. Los murciélagos del dolor, ocultos en sus nidos, analizan despacio, con sus brillantes ojos, el suelo cubierto en busca de su desayuno. Los gruesos copos de nieve se deslizaban suavemente atravesando el cortante y gélido aire nocturno. Las hojas verde escarlata del bosque, cubiertas por cristal helado, reflejaban los destellos de los rayos de la luna, como una gran perla en la inmensidad de la noche.
Los sentimientos, congelados en la noche, formaron estalactitas de lagrimas, que penden de la punta de las delicadas ramas de los arboles del deseo, ahora inertes y grises. Tiemblan mientras escuchan el réquiem de la magia.
Una gota, se desliza suavemente por el extremo de una rama, arrastrada por las manos del viento, cae al vacío de la noche. Se desprende suave, como la caricia de un minino, como el primer rasgado del silencio, seguido de las demás notas que lo llenan de color.
La vida, es un croma gris que nos ha tocado decorar, y con mayor o menor destreza, cada uno tiene que saber dónde colocar las guirnaldas de alegría y las bolas de tristeza. Porque hay partes claras y oscuras, pero no todo es blanco o negro, y la solución casi siempre se esconde entre los grises.
Las robustas raíces de los árboles emergen del corazón de la tierra, arrancando de cuajo los trazos del suelo cubierto de derrotas. Son las fibras del corazón de la madre tierra, que sigue bombeando energía a sus seres que invaden la naturaleza. 
Es un paisaje de reflexión  de pensamiento, de locura decadente, de sueño de vigilia, de embriaguez fantasiosa. Es el pequeño refugio en el que arrastro el baúl de incredulidades y malicia, la capa de timidez sonrojada y mi sombrero de pajaritos azules que me protege de los meteoritos de realidad.

miércoles, 2 de enero de 2013

Vuela

Destellos de purpurina multicolor resplandecen en la cara del artista después de su temeraria actuación. Pero no brillan más que la sonrisa clavada en tu cara, risueña como la de una niña de 5 años con su nueva muñeca. Como alma que lleva el viento, tus pensamientos revolotean por tu cabeza, lo se. Pero no deberías preocuparte tanto, porque sabemos (yo por lo menos) que te has construido el mejor refugio que una mujer puede querer en su vida: tus hijos. Siempre tan altiva, con la cabeza alta y presumiendo. Tus melenas, teñidas ya con el plateado de la sabiduría, siguen tan indomables como siempre y brillantes bajo el sol de invierno que ya hace casi un lustro te vio asomarte a este fatídico mundo. Tus mejillas, tan sonrosadas como las de una colegiala de las que hace tiempo formaste parte, siguen sonriendo a los pájaros, flores, arboles y demás criaturas que comparten tu melodía de la vida. Tus ojos, desprenden demasiadas veces lagrimas suicidas, pero junto con tu imaginación  son capaces de volar muy lejos, y encontrar soluciones a problemas imposibles para la mayoría de la gente. Abandona esas gotas de veneno. No te las mereces...
Tu nos dijiste que andásemos sin miedo, porque siempre estarías ahí. Nos dijiste que fuésemos felices. Todas las cosas que has hecho por nosotros son algo inimaginable y por lo que siempre estaremos en deuda contigo.
Salta, ríe, abraza y juega como hacías antaño. Hemos crecido, y crecer significa entender cosas que antes no tenían ningún sentido para nosotros. Ahora que ya estamos preparados para volar, regresa a tus aficiones: viaja, disfruta, conoce y, sobre todo... ¡Baila! Sabes que no te conocimos como bailarina, pero estamos seguros de que fuiste la mejor que ha tenido nunca este pequeño pueblo. Así que échale las mismas ganas, olvídate de la gente y vive tus sueños. Porque eres capaz de cumplirlos, porque eres magia.
Lo que no saben, es que te queda mucha guerra por dar, aunque no lo parezca. Alegras las mañanas con tus canciones, revolviéndolo todo con tus "nanana" y atrayendo un soplo de aire fresco en mitad de los problemas. La euforia de tu risa verdadera, debería estar presente todos los días en la vida de mi hermano y en la mía propia. Pero a veces no puede ser, mamá. Así que déjate de pensamientos tenebrosos y de preocupaciones, y, ahora que aún puedes, disfruta que de tu vida. Porque tu, tu has conseguido algo de lo que muy poca gente es capaz, y los frutos de tu esfuerzo tienen nombre y apellidos: J &J. Y aunque alguno aun esté por madurar un poco más, tienes que saber, que toda la educación  valores, alegría y esperanza que nos has dado es la combinación más explosiva que jamás se ha creado para criar lo que tu siempre quisiste, desde tus tiempos jóvenes y de locuras, y esto son buenas personas. Has creado algo irrepetible, y es algo fantástico, así que marcha bien orgullosa.
Por eso, nunca nos cansaremos de agradecértelo  porque un regalo como este no se puede devolver. todo lo que nos has enseñado no se nos va a olvidar jamás, por eso queremos lo mejor para ti y que al igual que nosotros vamos a emprender el viaje, tu viaje sea mucho más apasionante que el nuestro. 
GRACIAS AMATXO!